Transcripción literal de la nota de prensa remitida por el Grupo Socialista del Ayuntamiento de Bembibre
El Campamento de verano de Bembibre ha perdido su esencia y su razón de ser para convertirse en un negocio con el que seguir sacando dinero de los bolsillos de los bembibrenses. Otero ha privatizado la gestión del campamento de verano poniéndolo en manos de dos empresas diferentes que, lejos de respetar los horarios y precios de siempre, los han modificado, y mucho, pasando a encarecer las matrículas y disminuyendo, a su vez, el tiempo que los niños pasan en el campamento.
Resulta que ahora el horario es de 11 de la mañana a 13:30 por un precio de 30€ y si quieres que el niño entre a las 10 en el programa de “madrugadores”, tienes que pagar 15€ a mayores, o sea, 45€ al mes; una subida de precio considerable teniendo en cuenta que el año pasado el horario era, por 30€ al mes, desde las 10:30 hasta las 13:30, de modo que este año, por tan sólo media hora más, los padres tienen que pagar un precio extra de 15€. Estas son las soluciones de Otero, una vez más, para los tiempos de crisis en que vivimos, demostrando como siempre que mira para el interés de cualquiera antes que para el de los vecinos de Bembibre.
Pero lo más sangrante de todo es que las actividades que se realicen dentro del horario del campamento hay que pagarlas aparte, con unos precios que claman al cielo: gymkana en el parque El Señor de Bembibre (deben referirse al parque Gil y Carrasco), 10€, gymkana en el parque del Palacio, otros 10€, visita a la Cuadra Santa Bárbara, 20€, y acto en el Teatro Benevívere, 6€, de manera que, si el niño acude a todas estas actividades el campamento le habrá costado, por un solo mes, 91€. Y lo peor de todo, ¿qué ocurre con las familias que no puedan afrontar el pago de todas las actividades? Pues que los niños se quedarán en el pabellón toda la mañana viendo como los demás, los que pueden pagarlo, se van a disfrutar. Muy feo Señor Otero que un alcalde permita que dentro de un campamento de verano se fomente que haya niños de primera y de segunda categoría, increíble en los tiempos en que vivimos de lucha por la inclusión, la igualdad y la integración social.
Lo dicho, 91€ el mes de julio, y luego a ver cuánto van a querer cobrar en agosto. Eso sí, después de tomarse unas vacaciones, porque este año el campamento de verano, a diferencia de años anteriores, descansa la semana que abarca del 30 de julio al 5 de agosto, y por tanto no habrá servicio, una medida totalmente contraria al fomento de la conciliación familiar.
Otero demuestra a cada paso que da su desinterés por los ciudadanos de Bembibre, su nula preocupación por la situación de crisis en la que estamos sumidos y su total desconocimiento de la finalidad de un campamento de verano para los más pequeños del pueblo que no ha de ser otra que la de la diversión, entretenimiento y desarrollo de habilidades de los niños y niñas con igualdad y sin diferencias dependiendo del status social de sus padres.