En la polémica por las multas del agua el PSOE acusa a Otero de dejar pasar los plazos de 2011 a 2015

Transcripción literal del comunicado de prensa del Grupo Municipal Socialista de Bembibre

Un hombre tan corto y tan incompetente como Otero jamás admitirá tener la culpa de nada, se considera perfecto. La culpa siempre es de los demás, de los funcionarios, de sus concejales rebeldes, de los concejales de la oposición y, si no, la culpa es del empedrado. Nunca, de Otero.

En el caso del agua la culpa siempre ha sido, es y será de los socialistas. Lo malo es que, después de más de seis años de alcalde, seguir diciendo que la culpa es de los socialistas se vuelve contra Otero porque solo demuestra lo inútil que es. ¿Qué ha hecho él, entonces, en todo ese tiempo? ¿Cuánto más necesita para hacer algo?

La presa de San Facundo ha servido a Bembibre durante muchos años y ahora, para seguir sirviendo, tiene que ponerse en regla, es lo lógico. Le ha tocado invertir a Otero porque es el actual alcalde, y no le dé más vueltas, es su oficio. ¿Quiénes van a poner o buscar el dinero, los socialistas desde la oposición? Aunque Otero no lo sepa, ser alcalde significa asumir obligaciones, trabajar, hacer obras y resolver problemas.

En cuanto a Bárcena, Otero sabe, porque hay papeles, que el 1 de octubre de 2010 la Confederación Miño-Sil nos aceptó un caudal máximo de 44,73 litros/segundo y la corporación socialista reclamó 87,77 litros/segundo porque le parecía más apropiado para Bembibre. La Confederación requirió la documentación justificativa el 29 de julio de 2011, siendo ya Otero alcalde, y el 19 de marzo de 2015 el Ministerio de Medio Ambiente comunica a Otero que el expediente está paralizado por no haberse presentado la documentación requerida. Le da tres meses más para presentarla y, como tampoco lo hace, archiva el expediente por caducidad. Un problema que era simplemente de diferencias de caudal acabó siendo un problema de quedarse Bembibre sin la concesión.

Este es Otero, que luego va y roba el agua del pantano y se mosquea porque le ponen multas. Lo que no dice es que la roba porque no tiene más agua desde mayo a octubre de cada año y, si la tiene, que nos diga dónde está y cuánto cuesta, que nunca lo ha dicho. Así cualquiera está en contra de la traída de Bárcena: no quiero el agua porque no admito esa obra, pero cojo el agua porque la necesito. Después solo hay que decir que el agua es gracias a Otero y que los vecinos de Bembibre han quedado hipotecados por 45 años gracias a los socialistas.

La hipoteca de 45 años se la ha metido doblada Otero a los vecinos con la subida del precio del agua un 85 %. Todos nuestros estudios económicos indicaban un incremento del 35 % y Otero, con un par, ha subido más del doble. Así que no se queje, que el problema que tenía de dinero para pagar la obra ya se lo hemos resuelto los vecinos muy a nuestro pesar.

La gran hipoteca que nos queda en Bembibre es el propio Otero, pero no está la cosa para dimitir con lo bien pagado que tiene el cargo, que se aguante el pueblo un par de años y luego ya veremos. Una joya de alcalde.

 

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