El PSOE cuestiona la transparencia del alcalde y denuncia las percepciones de los concejales en la Junta de Coordinación

Transcripción literal del comunicado de prensa del Grupo Municipal Socialista de Bembibre.

Cuando creíamos que el Ayuntamiento no podía caer más bajo, Otero, escándalo tras escándalo, nos entierra un poco más. Imputado, como está, con cinco concejales por prevaricación administrativa (de momento), ha  vuelto a adjudicar a CLECE el nuevo contrato de las piscinas, residencia y demás servicios, cuyo anterior contrato fue declarado ilegal por los tribunales de justicia. De puertas para dentro, el ambiente se ha vuelto irrespirable: funcionarios que se van y funcionarios que se dan de baja por no querer cargar con las culpas que son del alcalde.

Otero sigue demostrando una nula capacidad de gestión y trata de esconderse con falta de transparencia: no convoca plenos, no entrega a la oposición la documentación que le pide y no informa a la ciudadanía de las retribuciones del equipo de gobierno.

No tenemos plenos de ningún tipo, ni ordinarios ni extraordinarios ni urgentes, desde noviembre de 2016 y esto pasa ya de castaño oscuro, porque significa que Otero no quiere someterse al control de la oposición municipal y que no quiere trabajar, dos problemas muy propios de la mediocridad de un alcalde que ha perdido el poco interés que siempre ha tenido por Bembibre.

Otero, como gran novedad organizativa, creó en el Ayuntamiento la llamada Junta de Coordinación para no hacer nada, pero para que la integraran los concejales sobrantes de la Junta de Gobierno Local y así apuntarse todos a cobrar. Hemos pedido las actas que justifican los cobros de los concejales de la Junta de Coordinación y se nos han negado.

Lo que quiere ocultar Otero es que no se celebran dos reuniones semanales de ambas Juntas, se celebra una sola conjuntamente y cada concejal cobra por ella 180 €. Sin embargo, por excepción, hay un concejal, Federico Fernández Martínez, que es miembro de las dos Juntas y, aunque solo participa en esa única reunión conjunta, cobra como si asistiera a dos reuniones, o sea,  cobra 360 €, el doble que los demás. Con estas y otras actividades, este concejal lleva cobrados más de 38.000 € en lo que va de legislatura. Por eso no se nos entregan las actas de la Junta de Coordinación.

Por eso y porque Otero no quiere recordar a la gente los 40.000 € anuales que él nos cuesta, tampoco publica en la páginas web del Ayuntamiento sus retribuciones ni las del equipo de gobierno. Es una vergüenza que, en cumplimiento de la Ley de Transparencia, Otero se comprometiera  a publicar mensualmente las nóminas y lleve tres años sin publicar ninguna, sin duda para que no trascienda a la gente lo que nos están costando, puesto que lo que valen lo sabemos todos: no valen nada.

 

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