La toma de conciencia sobre la importancia del autocuidado ha puesto el foco en el CBD como elemento clave. Pero no sólo en cuanto al consumo de esta sustancia por los beneficios que se han descrito para la salud, sino también facilitando los medios para que la ciudadanía tenga un mayor acceso a las semillas para obtener CBD.
El CBD o cannabidiol se ha convertido en una sustancia cada vez más aceptada por la población en general hasta tal punto que son muchas las personas que deciden adentrarse en el cultivo de semillas para el autocuidado.
Semillas feminizadas
Entre las opciones más recomendables están las semillas feminizadas. Es decir, las plantas serán hembras que producirán alto contenido en CBD.
Las semillas feminizadas se consiguen mediante un proceso natural que impide que las plantas desarrollen cromosomas masculinos. De esta forma, se evita la polinización y se optimiza el rendimiento y la calidad de la cosecha.
Las posibilidades son muy amplias, pero es importante asegurarse el respaldo de aquellos vendedores expertos en el tratamiento de las semillas de marihuana a fin de conseguir la máxima calidad en el producto.
A este respecto no hay que pasar por alto la visión de los expertos, que saben lo importante que es conseguir la máxima calidad y pureza. Por ello, la correcta elección de las semillas de cannabis que se van a cultivar es fundamental.
Los beneficios del CBD
Atrás han quedado los estigmas en el consumo de CBD por diferentes razones. Una de ellas es la legalidad de su venta para consumo en los formatos establecidos. Pero las razones de peso son los beneficios del cannabidiol que se han descrito para la salud: mejora del sueño, el apetito o el estado de ánimo, llegando, incluso, a aliviar el dolor en los casos de personas con dolencias crónicas.
El CBD se puede consumir en diferentes formatos tales como aceites, cremas, cápsulas o infusiones, entre otros. Se han presentado beneficios para la salud mental, tan deteriorada en los tiempos que corren por nuestro ritmo de vida, aliviando el estrés, la ansiedad o la depresión; pero también otros beneficios para dolencias físicas como inflamación, dolores crónicos o convulsiones. Sin olvidar la ayuda en la mejora de la calidad del sueño, concentración, memoria y rendimiento físico y mental.
El CBD se extrae de las flores y de las hojas de la planta de cannabis. Puede ser de dos tipos: índica o sativa. La primera de ellas tiene un efecto más relajante mientras que las semillas de sativa se caracterizan por lo contrario, por su efecto estimulante y vitamínico.