Marianín recibió un nuevo y merecido reconocimiento a su carrera deportiva. El exfutbolista del CD Fabero, que debutó en categoría nacional con el Atléico Bembibre antes de pasar por la Cultural Leonesa y disputar varias temporadas en Primera División con el Real Oviedo, llegó a ser internacional y proclamarse ganador del trofeo Pichichi.
Un futbolista como Marianín deja huella por donde pasa, tanto dentro como fuera del campo, por eso no es de extrañar que la Cultural y Deportiva Leonesa haya querido rendirle un pequeño homenaje al que hoy en día sigue siendo su máximo goleador histórico.
En la previa del partido de liga que enfrentó la Cultural y Deportiva Leonesa con el Athletic Club B, la puerta número cero en la fachada principal del Estadio Reino de León tomó el nombre de Marianin, en reconocimiento a la trayectoria deportiva del “jabalí del Bierzo”, por haber destacado como uno de los jugadores mas importantes de la Cultural Leonesa en sus cien años de historia. “Marianin, toda una leyenda, ya tiene su propia puerta”.
Al acto acudieron el alcalde de León José Antonio Diez, el presidente del consejo de Cuentas de Castilla y León y amigo de Marianin Mario Amilivia, la consejera ejecutiva de la Cultural Leonesa Natichu Alvarado, el responsable del área social de la Cultural, Gregorio Chamorro, el presidente de federación de peñas de la Cultural y los exjugadores de su época en la Cultural Laurrari, Manuel Ovalle y la hija del fallecido Zuloaga, que le entregaron una placa y quienes le hicieron descubrir la tela que guardaba el nombre de MARIANÍN.
Marianín estuvo arropado también por su familia, miembros del mundo del arbitraje y exfutbolistas de la Cultural Leonesa y del Atlético Bembibre como Belarmino López y Nines. Tampoco podía faltar una representación del Atlético Bembibre con su presidente Saúl Blanco y Pedro Lombao (Lausan), y de la Asociación de Veteranos a la que también pertenece el propio Marianín, con Serafín, Juan “Páez”, Felipe, Luis y Alejandro “Jandrí”.
Además estuvieron presentes algunos amigos y seguidores de su pueblo, Fabero, como Gerardo Baelo, Manuel Picos, Julio y Sasquia.
También fue emotivo el reencuentro con Teodoro “Marqués II”, José Luis “Franco” y José Luis “Del Valle” tres excompañeros de Marianín en el Atlético Bembibre en la década de los 60, que actualmente residen en León.
Marianín realizó el saque de honor, acompañado por sus compañeros Laurrari, Ovalle y la hija de Zuloaga, antes de tomar el micrófono para dirigir unas palabras a todos los asistentes, mostrándose muy feliz por este reconocimiento.
Se dice pronto pero todavía recuerdo cuando fiché por la Cultural Leonesa hace ya cincuenta siete años, un club que a día de hoy siento que me profesa cariño y agradecimiento casi a diario.
Debute con veinte años en el Estadio Antonio Amilivia, situado en el Barrio de Puentecilla, y tuve la satisfacción de marcar bastantes goles y con ello, ayudar a que la Cultural alcanzara su meta y yo terminara jugando en Primera División con el Real Oviedo.
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Es por ello que quiero expresar mi agradecimiento a los miembros del consejo de administración de una Institución como la Cultural Deportiva Leonesa, y que a pesar del tiempo, sigan acordándose de mí y brindándome, con este hermoso gesto, que una de las puertas de acceso del estadio Reino de León sea bautizada con mi nombre
Es un honor para mí y para mi familia todas las muestras de cariño que estoy recibiendo constantemente de los aficionados del C.D. Fabero, del Atlético Bembibre, del Real Oviedo y de la Cultural Deportiva Leonesa. Estos cuatro clubes han contribuido a mi crecimiento personal y profesional.
Me gustaría también agradecer a cada uno de los que me acompañan en este acto, amigos, a la federación de peñas de la Cultural Leonesa, aficionados, autoridades, medios de comunicación, su presencia en este momento tan especial hace que todo sea aún más significativo.
Es algo que nunca esperé, pero que recibo con mucho cariño, agradecimiento y toda la humildad posible.
