El Bembibre se hizo con los tres puntos en un partido mucho más igualado de lo que refleja el marcador, donde la diferencia estuvo en el mayor acierto de los bercianos y en la gran actuación de Marcos, que fue un muro infranqueable para los jugadores del Cabezón.
El partido se inició con muchas precauciones por parte de ambos conjuntos, aunque no tardaron en llegar las primeras ocasiones. Un balón al larguero de los locales anunció el primer gol de Chao, tras culminar una jugada de contraataque bien llevada por Aurelio. Los vallisoletanos tuvieron ocasiones para empatar, pero Marcos y en dos ocasiones la madera, lo impidieron. Quien no falló fue Cristo, en otra acción de contraataque, con varios pases al primer toque hasta llevar el balón a la red.
La segunda mitad se jugó con más intensidad, sobre todo en su segundo tramo. Era el Cabezón quien llevaba ahora el peso del partido, tratando de recortar diferencias, sin embargo fue Juanín quien sorprendió al portero vallisoletano con un disparo lejano que se coló por la escuadra.
El Cabezón recortó diferencias en una jugada de picardía, después de que los bercianos no rentabilizaran una superioridad numérica, aprovechando el momento en que recuperaban la igualdad, para sorprender a la contra y batir a Marcos.
Como suele ser habitual, el equipo que pierde arriesga jugando los últimos minutos con portero delantero, y los atléticos comenzaron a pasar dificultades. Sin embargo el Cabezón sufrió una nueva expulsión, ahora con roja directa por agresión a Juanín, y en esta ocasión el Bembibre no desaprovechó la ventaja numérica, con un gol de Aurelio que dejaba sentenciado el partido.
Los jugadores del Cabezón nunca se rindieron y siguieron peleando hasta el último segundo, dejando el marcador con el resultado definitivo de 4-2.
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