Las cosas han comenzado a cambiar en el Atlético Bembibre. El nuevo mensaje que quería transmitir esta Junta Directiva, y que Ministro asumió también como propio en el momento de la renovación, empieza a tomar forma, pasando de las palabras a los hechos.
Ivanildo, el hijo pródigo como muchos le calificarán ahora, regresa a su casa, a su equipo de toda la vida, después de que la temporada pasada decidiera probar fortuna en La Virgen del Camino. Pero Ivanildo es algo más que un jugador de la casa. Es el mejor, o uno de los mejores porteros del Grupo VIII, que llega para poner los cimientos de este nuevo proyecto del que ya se anuncian novedades en los próximos días.
El guardameta bembibrense, que ha vivido con el Atlético Bembibre momentos buenos y malos, en los que le ha tocado luchar por entrar en puestos de promoción o por alejarse del descenso, no viene solo atraído por el nuevo proyecto, aunque es importante. Su familia también ha tenido mucho que ver… su mujer y sobre todo su hija, pero también la familia rojiblanca y en especial “Sevilla”, el entrenador de porteros, al que Ivanildo considera fundamental.