Saturnino García, este veterano actor leonés, nacido y criado en un pueblo de esta provincia, será nuestro invitado de honor, el miércoles 10 de marzo, en la próxima Tarde de cine que tendrá lugar, como siempre, en la Casa de las Culturas (curioso nombre, por qué culturas, me preguntaba mi gran amiga) de la villa del Benevívere.
“Para ser actor, aparte de una formación, se requiere de cierto talento y vocación”, dice más o menos Saturnino, quien se hizo actor por amor a los escritores, porque casi no sabía leer, en un ámbito rural y en una época, digamos poco propicia para la lectura. Y como para sacarse la espina y por esa su admiración hacia los escritores, suponemos, llegó a escribir sus propias memorias.
Actor por vocación, incluso tardía, con alma de poeta, de rostro singular y con “nariz de tribuno romano”, como le ha dicho alguien, es alguien que llena la pantalla. m
Aunque a menudo lo hemos visto como actor secundario en muchas películas, quizá mal llamado secundario, se convirtió en el mejor Actor Revelación, con casi sesenta años, en la película Justino, un asesino de la tercera edad (1994), por la que recibió un Goya.
Este todoterreno de la interpretación, que ha recibido varios premios, y al que le apasiona tanto el cine y el teatro como la televisión, cada cual con sus virtudes e inconvenientes para el actor, comenzó su andadura como payaso en el mundo artístico. Y desde entonces no ha dejado de trabajar, entre otros, con directores de la talla de Alex de la Iglesia (El día de la bestia), Carlos Saura (Goya en Burdeos), Viente Aranda (Amantes) o Fernando Fernán Gómez (El viaje a ninguna parte).
Como curiosidad o anécdota, cabe recordar que estuvo, hace algunos años, en el Festival de Cine de Ponferrada.
A Saturnino también le gusta hablar del vino, recitar y dar charlas acerca de sus experiencias como actor, luego estamos de enhorabuena.