No hubo venta en taquilla, pero las 4.000 personas que habían comprado su entrada de forma anticipada llenaron el auditorio Bembibre Arena que vibró al ritmo de las canciones del asturiano Melendi. Una actuación de dos horas de duración en la que fue protagonista su último disco «Lágrimas Desordenadas» así como una representación de canciones anteriores incluidas en la gira.
Aunque las puertas abrieron a las 20.30 horas, para algunos la jornada comenzó ya a las 9 de la mañana cuando un pequeño grupo de fans comenzó a hacer cola en el entorno del Bembibre Arena. El premio fue la tan ansiada primera fila.
El público arropó al cantante entonando sus canciones más conocidas. Le acompañó prácticamente desde el primer momento siguiendo todos y cada uno de los temas que interpretó en el Bembibre Arena. Melendi consiguió, literalmente, poner a saltar a todo el auditorio con varios de sus temas.
Esta actuación se ha convertido en la primera que completa el aforo de un concierto del Cristo, pero también una prueba de fuego para el pabellón Bembibre Arena ante este inusual número de personas que se distribuyeron entre la pista (el grueso principal), las gradas y un grupo de unas 400 personas en el exterior al aire libre.
El público se fue con buen sabor de boca al término de este espectáculo que confirma el buen momento en que se encuentra el artista después de siete discos publicados, y muy concretamente tras su paso el año pasado por el programa de televisión La Voz.