El Decano y la Gerente de la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid, han mostrado interés por la posibilidad de celebrar en San Facundo una edición de los Encuentro de Filosofía Rural, que organiza la facultad a comienzo de cada verano. Congregan a unos 25 estudiantes del Grado y Másteres de Filosofía que pasan tres días en una localidad de pocos habitantes, junto a media docena de profesores. Las actividades que realizan son conferencias y seminarios, abiertos a todas las personas que deseen acudir a ellos, sin ninguna restricción, y varias actividades lúdico-culturales, como conciertos, recitales de poesía, etc.
Así se lo han hecho saber a través de una carta al pedáneo de la localidad, Ricardo Vila, en la que se muestran “vivamente impresionados por lo realizado en San Facundo y los proyectos que tienen para el futuro inmediato, y más, si cabe, teniendo en cuenta las circunstancias tan difíciles por las que ha atravesado toda la comarca tras el cierre de las minas”.
“La única forma de articular sensatamente un país, el único modo de que España deje de estar invertebrada, como dijo Ortega y Gasset hace cien años, es precisamente tejer una red de localidades que busquen mantener e incrementar su belleza natural y arquitectónica, las costumbres y tradiciones de los mayores y a las que se les haya dotado de los servicios que hagan amable vivir en ellas. Así se convertirán en una permanente invitación para los de fuera. Y este trasiego de gentes que se tomen su tiempo para ver detenidamente y charlar largamente hará que germine un sentimiento de comunidad y solidaridad entre todos nosotros”.
Llevar la reflexión filosófica a otros ámbitos y personas ajenas a la filosofía
La finalidad no es ofrecer actividades filosóficas a los alumnos, sino llevar la reflexión filosófica a ámbitos donde no es frecuente que tenga lugar y fomentar el diálogo entre los filósofos en formación y personas ajenas a la filosofía pero con una amplia experiencia vital. Son,
sobre todo, jornadas de convivencia.
A cambio piden muy poco. “Nuestras necesidades son escasas, un albergue para jóvenes
o un camping o simplemente un prado y autorización para acampar en él, un local donde reunirse para las conferencias y poco más”.