La localidad de Turienzo Castañero dio la bienvenida a sus dos nuevos vecinos, convertidos en estatua de bronce por las manos del reconocido escultor villafranquino Arturo Nogueira, La obra, promovida y financiada íntegramente por la Junta Vecinal, es un homenaje a la castaña, a los castañeros y a todo lo que ha supuesto para este pueblo. Tanto que incluso forma parte del nombre.
Cuando los vecinos de Turienzo comenzaron a valorar ideas para arreglar la plaza situada al lado de la iglesia, decidieron apostar por una obra de arte que fuera representativa del pueblo. Así es como surgió la idea que Arturo Nogueira plasmó en bronce, después de realizar distintos bocetos de los que resultó elegido el que representa a un hombre y una mujer a tamaño natural, ataviados con ropa tradicional de faena y las cestas de castañas que acaban de recoger.
La situación de crisis sanitaria y el periodo de confinamiento motivado por el COVID-19 retrasó tres meses la finalización de la obra y su inauguración. Una crisis sanitaria que tuvo también su reflejo en las medidas de seguridad como las mascarillas que llevaban todos los asistentes al acto, y que les fueron colocadas también a las esculturas.
La escultura se complementa con un bello texto del escritor Nicanor García Ordiz, también grabado en bronce, dedicado a los castañeros:
A vosotros, castañeros, que otorgasteis a Turienzo linaje,
vuestro trabajo alcanzó para que no hubiera hambre.
A vosotros, que a los pies del Redondal, en los sotos de castaños,
agachados y en silencio, entre trinos de los pájaros,
recogéis, en otoño, el tesoro deseado:
mil cofres erizados, llenos de pan, en caoba bien guardado.
A vosotros rendimos distinción, como el fruto del castaño,
turgencia dura y bruñida, como los callos de vuestras manos.