El carnaval llegó un año más con antelación a la localidad de Boeza, donde los vecinos recorrieron las principales calles del pueblo con sus disfraces, llenándolas de colorido y alegría. La fiesta se prolongó durante toda la tarde en el centro social de las antiguas escuelas, donde la asociación de vecinos habían preparado un ágape compuesto por empanadas, bebidas y chocolate con bizcochos para todos los asistentes.