Ante el abandono y olvido de muchos de los pueblos bercianos (y del resto de España), es comprensible que se intenten buscar elementos que sirvan para que el caminante o el viajero preste atención a cualquiera de esos diminutos pueblos. Hay muchas circunstancias que pueden servir de excusa para visitar uno cualquiera de ellos. En el caso de Robledo de las Traviesas, hay una buena razón para acercarse hasta allí. Buena razón eso si, para aquellas personas que tengan un mínimo de curiosidad, por aprender algo tan elemental como el funcionamiento de un reloj de sol y su relación con algo tan básico como son los movimientos de rotación (y traslación ) de la Tierra.
Este reloj de sol tiene además otro aliciente y es una curiosa relación con la actividad que tradicionalmente ha sido esencial en El Bierzo: la minería del carbón. Se halla en la esquina de una casa, a escasos metros de la carretera que va desde Noceda del Bierzo a Toreno de modo que cualquier viandante un poco avispado, lo localiza con facilidad ya que está en un lugar bien visible.
Yo lo descubrí hace algunos días y nada mas verlo ya me llamó la atención, porque no está colocado paralelo o pegado a la fachada de la casa como suele ser habitual. Hay quien considera que un reloj de sol es como los de pared. Se adosan a la misma como si fuesen cuadros de un pintor y punto. Espantoso error que sin embargo es bien evidente que -en este caso- quien lo colocó trato de evitar. Se ve que era alguien un tanto espabilado. Ahora lo veremos. El reloj (cuadrante solar) está orientado buscando a propio intento mirar al Sur. Un buen detalle que no se me pasó inadvertido.
Puesto que en Madrid tiene su sede la Asociación de Amigos de los Relojes de Sol (AARS) y dado que esta entidad se dedica al estudio y catalogación de este tipo de relojes, envié imágenes del mismo a Luis Vadillo Sacristán, miembro de la AARS y gran conocedor de todo lo relacionado con estos temas. Para mi era un reloj recién descubierto, pero para mi sorpresa me contestó Luis Vadillo, que parecía ser un reloj “de los míos”. Yo no recordaba haberlo construido, pero si que hace ya algunos años, un grupo de veteranos mineros del carbón, hicimos una gran cantidad de ellos. Yo era el encargado principalmente de diseñarlos. Incluso se han publicado dos artículos en revistas especializadas obviamente, sobre este asunto de la actividad de los mineros relojeros de sol del Bierzo.
Esos dos artículos los tengo, pero en ninguno de ellos hay una alusión directa y especifica a este reloj y menos aún su fotografía. Por ello decidí recabar información, al dueño de la casa donde se ubica. Es justamente el alcalde pedáneo de la localidad. Así pues descubrí el “misterio del reloj perdido”. Luciano Llaneza (“Chano”) uno de los miembros del grupo de mineros, tuvo a bien donar ese reloj. “Chano” aprovechando la colaboración de un conocido empresario (también minero), el Sr. Manuel Lamelas Viloria, era uno de los que realmente fabricaban los relojes, teniendo en cuenta los datos técnicos (medidas de ángulos esencialmente) que yo calculaba previamente.
El propio “Chano” se en cargó de colocarlo en la casa donde se ubica. Ello explica porqué es evidente a primera vista que quien lo colocó, no era un “pardillo” y máxime si se observa como en la parte posterior del cuadrante hay un mecanismo que facilita la correcta orientación del mismo. Una orientación correcta y un diseño adecuado son premisas indispensables para que el reloj señale la hora correctamente. Estos detalles sólo los conocen, el reducido grupo de personas que tienen al menos unas ligeras nociones sobre la medida del tiempo a través del movimiento de las sombras.
DIVERSOS TIPOS DE HORARIOS
Las personas que observan un reloj de sol como este de Robledo de las Traviesas y que no prestan mucha atención a lo que ven, pueden tener la sensación de que da la hora perfectamente, vamos como cualquier otro reloj. Los que prestan un poquito de atención y contrastan la hora de ese reloj con la hora de su reloj de pulsera o del móvil, seguramente dirán por el contrario que ese reloj de sol “anda mal”. En ambos casos las percepciones son equivocadas.
Un reloj de sol y en concreto este de Robledo de las Traviesas, puede dar perfectamente la hora, pero es la hora SOLAR VERDADERA, que no es lo mismo que la hora oficial y esta es justamente la que usamos en la vida cotidiana. Aquí está el “gato encerrado”. Durante siglos (en tiempos de Cristóbal Colón por ejemplo) se usaba en la vida cotidiana la hora solar verdadera y en este sentido cabe señalar que los relojes de sol (similares a este de Robledo de las Traviesas) eran instrumentos muy apreciados y que sólo un reducido grupo de “sabios” eran capaces de construir y orientar correctamente. Actualmente y como hace siglos, no son muchas las personas capaces de construir y orientar correctamente relojes de sol de este tipo. Pero claro ahora usamos otro tipo de horario, (esto es lo principal) y disponemos de relojes muy diversos de fácil, cómodo y sencillo manejo. Quizá por ello y obviamente sin razón, hay quien dice que esos antiguos relojes de sol “no valen para nada”. No es en absoluto cierto. Valen y mucho como elementos de interés histórico, cultural, artístico y como elementos divulgadores del conocimiento racional y científico de nuestro mundo. También sirven además para aguzar el ingenio y la inteligencia de las personas que así lo deseen. Vamos a verlo.
Ya he dicho que no es cierto que un reloj de sol de los de toda la historia, indique mal la hora; pero es que añado aún más. Un reloj de sol como este de Robledo de las Traviesas puede servir para indicar no sólo la hora solar, también además, la hora oficial con rigor suficiente a muchos efectos prácticos de la vida cotidiana. Ello es así porque hay una estricta relación matemática entre ambos tipos de horarios. Del mismo modo que hay una equivalencia entre reales y pesetas o entre litros y cántaros de vino, hay una equivalencia entre hora solar verdadera y hora oficial. Es eso si un poco más compleja, pero perfectamente entendible. En una palabra que si el dueño de la casa se queda sin reloj, puede conocer la hora que necesita saber día tras día observando el reloj de sol colocado en la esquina de la misma y con precisión suficiente a muchos (casi todos) efectos prácticos de la vida cotidiana. Claro debe haber sol eso es obvio y además hay que conocer la relación matemática que hay entre la hora solar verdadera y la hora oficial. A eso vamos.
TABLA CORRECTORA
La hora que señala un reloj de sol convencional como este de Robledo de las Traviesas y sea cual sea el instante del año, se transforma en hora oficial es decir la que realmente necesitamos conocer y usamos en la vida cotidiana simplemente añadiendo a la hora señalada por el Sol, una hora más en horario de invierno y dos en horario de verano y además SUMÁNDOLE siempre una cuantía de minutos que se indican en la tabla que está colocada debajo de las fotografías del reloj. Es la tabla de corrección, diseñada específicamente para Robledo de las Traviesas. El 1 de noviembre por ejemplo basta con sumar una hora y diez minutos. El 1 de julio dos horas y 30 minutos…y así sucesivamente.
Esta tabla conversora, se ha realizado teniendo en cuenta eso que nos enseñaban siendo niños, sobre los husos horarios en los que se divide la Tierra. Hay que repasar los viejos libros de texto. Por este concepto hay que sumar siempre a la hora que señala el reloj colocado en la esquina de la casa 26 minutos. Pero es que además hay otro “enredo” que ya resulta, me parece, bastante desconocido. Es la llamada ecuación del tiempo, (ET).
En los gabinetes topográficos de las minas de carbón del Bierzo, había (o debía haber), un libro titulado “Topografía minera”, cuyo autor es D. Luis Fernández Fernández, profesor de la Universidad de León. En ese libro se explica muy bien lo que es la ET y como se entiende perfectamente si tenemos en cuenta que la Tierra, nuestro planeta, está girando (rotación), sobre si y al mismo tiempo moviéndose (traslación) en torno al Sol y con su eje de giro inclinado respecto al plano de traslación.
El valor de ET, no es constante, varía día tras día y en ciertas épocas del año es positivo y en otras negativo; pero la existencia de esos 26 minutos debidos a la posición de Robledo de las Traviesas dentro de su huso horario, hace que finalmente siempre haya que sumar ( además de una o dos horas), número de minutos que oscila entre 10 y 38 como se ve en la imagen adjunta.
Los mineros relojeros de sol del Bierzo, desde hace años diseñamos y a menudo construimos gráficos con esa especie de “culebra”, (y números) para ser insertados o entregados junto al reloj de sol. Así cualquiera puede comprobar si el reloj funciona bien o no. La construcción de esos gráficos tiene “su miga” y tal es así que fue justamente al preparar la redacción de este artículo, cuando me percaté de que el nombre que desde hace años dábamos a esos gráficos con la “culebra” y los números, se prestaba a confusión. El principal responsable de ese pequeño (o no tan pequeño) tropiezo,,,, fui yo mismo. ¡ Vaya tela !. “En casa del herrero…”. Por suerte Luis Vadillo Sacristán se percató de que el nombre que dábamos al gráfico, daba lugar a una evidente confusión. Era necesario cambiarle el nombre y así se hizo. “Si de humanos es errar, de sabios es rectificar”.
Por estas y otros razones, dije, digo y repito, que el estudio de los relojes de sol, es una magnífica excusa para espabilar la mente y para aprender o al menos no olvidad aquellos conceptos que nos enseñaban cuando éramos estudiantes. En definitiva, este reloj es pues un instrumento didáctico y un aliciente para animar al viandante a pensar y a aprender cómo funciona realmente este mundo. En cualquier caso yo quedo a disposición de cualquier lector para explicar gustosamente, como diablos es posible saber la hora oficial a partir de la hora solar verdadera y sobre todo porqué es así.
Rogelio Meléndez Tercero