A CIENCIA CIERTA / Aviso, un croquis no es lo mismo que un plano a escala y bien referenciado

El principal motivo que me lleva a escribir este artículo (que no es el único que sobre este tema he escrito a lo largo de muchos años), no es otro que tratar de alertar a cualquier persona que tenga fincas rústicas o urbanas, sobre los errores que tanto en escrituras y documentos diversos como en el propio Catastro e incluso quizá también en el Registro de la Propiedad, pueden existir a la hora de identificar tales fincas. Errar es propio de humanos y por ello yo también me puedo equivocar, por supuestísimo, pero entiendo que es en cierto modo mi obligación moral advertir de la presencia de tales errores.

Desde hace muchos años (desde el los años 80 del siglo pasado probablemente), me he tenido que enfrentar demasiadas veces con la ardua y a veces desagradable tarea, de delimitar sobre el terreno fincas diversas y ello implica tener que debatir (incluso discutir), con los dueños de las fincas sobre el Catastro y sobre la representación de las fincas en general y también analizar a fondo todos los datos disponibles. Planos, escrituras y demás. Yo aprendo bastante en esos debates y aprendo sobre todo a comprender la visión que tienen muchas personas de lo que representa el catastro y es una visón, me parece, a menudo muy equivocada. Eso si es comprensible que así sea y lo es porque conceptos como son las diferencias entre proyección cónica y proyección ortogonal “le suenan a chino” a la mayor parte del personal. Asimismo no es sencillo para muchas personas saber lo que es georreferenciar un plano, ni siquiera se tiene a veces claro el concepto de lo que es la escala. El resultado de todo ello es que muchas personas están convencidas de que las fincas de su propiedad tal y como están representadas o descritas en planos y otros documentos que tienen es correcta, cuando en realidad no lo es.

Para explicar todo esto con detalle, se precisaría escribir no un artículo si no muchos, tantos que se podría hacer perfectamente un libro. En un breve artículo como este y otros muchos que yo escrito solo hay margen para esbozar ciertas ideas y punto. Así cabe apuntar que si comparamos los planos catastrales del año 1958, con los otros más recientes, podemos tener la sensación de que son todos iguales. Es una falsa sensación. Para empezar hay que señalar que los planos del año 1958 estaban realizados en proyección cónica (como una foto normal) y los más recientes en proyección ortogonal (ortofotos). Aún incluso suponiendo que los deslindes del año 1958, hubiesen sido trazados rigurosamente bien, son deslindes en una imagen tomada en proyección cónica. Aquí está la clave. A efectos prácticos esto supone que no son planos digamos “normales”. En concreto en un plano normal hay siempre una equivalencia constante (escala) entre las distancias en el plano y la realidad. Un plano a escala 1 a 1000 supone que un milímetro en el papel son 1000 en la realidad, es decir un milímetro representa un metro de terreno. En el Catastro del año 1958 (si lo queremos usar como un plano normal); la escala era de aproximadamente uno a 2500 y digo lo de aproximadamente porque no era uniforme. No lo era porque dado que el terreno no es rigurosamente plano, había muchas fincas que se veían un tanto de perfil, como cuando fotografiamos una fachada de una casa sin estar frente a la misma. Este problema da lugar a que las fincas aparezcan más o menos deformadas si aplicamos una misma escala (como debe ser) a todo el plano.

No obstante yo creo que a finales del siglo XX ya se empezaron a utilizar fotos que corregían el efecto del relieve (ortofotos). En estas las fincas deberían aparecer tal y como son vistas en proyección ortogonal (como es habitual en los planos); pero en las imágenes del año 1958 se veían, en general , los limites de las fincas mucho mejor que en las de años posteriores debido al abandono de las labores agrícolas. Supongo sin embargo, que tomando como referencia elementos que permanecieron en el tiempo (caminos viejos por ejemplo), habría de ser posible dibujar en fotos más recientes los antiguos deslindes de las fincas y corrigiendo o mejor dicho transformando la visión en proyección cónica en proyección ortogonal. Sin embargo por lo que yo conozco, esto no siempre es así. Los motivos concretos los ignoro, porque yo jamás participé en la tarea de transformar vistas del terreno en proyección cónica en otras que sean en proyección ortogonal, es decir ortofotos.

Las fotografías del terreno ( ahora son ortofotos) se han ido haciendo cada vez más sofisticadas y detalladas de tal modo que se puede medir sobre las mismas cada vez con mayor precisión; pero las trazas de los deslindes en multitud de ocasiones figuran mal dibujados. Ver imagen adjunta.

Entiendo que es muy interesante comparar los deslindes de fincas dibujados en el Catastro (se accede a ellos a través de la Red) con fotografías del terreno, que sean cuanto más recientes y nítidas mejor y de esta forma se percibe claramente los errores en el trazado de los deslindes. Tanto el SIGPAC como la Sede Electrónica del Catastro permiten ver al unísono las trazas de los deslindes y los diversos elementos del suelo (senderos, árboles, paredes, piscinas, automóviles…). En los antiguos catastros en general sólo aparecían las imágenes de los deslindes, pero no superpuestos a las imágenes fotográficas del terreno; aunque eso si incluso en el más antiguo (año 1958) es posible (acudiendo al Archivo Histórico Provincial de León) ver al unísono los dibujos de las fincas y el terreno fotografiado (en blanco y negro eso si) en los años 50 del siglo pasado. Al comparar pues las fotografías, con los dibujos de las fincas es cuando se pueden percibir con más claridad los errores.

Hay que señalar que para que una finca esté bien identificada es preciso conocer exactamente su forma y dimensiones (medidas de lados y ángulos); su orientación (que no esté girada) y sobre todo su ubicación. Hay fincas que están desplazadas o giradas varios metros respecto a su posición en el terreno. Así pues pueden estar perfectamente dibujadas (a escala uniforme pero desplazadas de su posición real. La correcta ubicación de todas y cada una de las esquinas de una finca es lo que se conoce como la georreferenciación de una finca, que recientemente se debe exigir cada vez mas, por las noticias que he visto en la Red, (ficheros GML). Dicho de otro modo hay que saber las coordenadas de las esquinas de la finca. En los catastros más antiguos, la ubicación se podía conseguir únicamente tomando como referencia ciertos elementos como por ejemplo cruces los caminos. No figuraban para nada las coordenadas.

Debo insistir de nuevo en que es imposible explicar al público en general y en corto artículo como este los problemas que supone representar bien las viejas parcelas del año 1958 o anteriores. Hay una serie de conceptos que no se explican con facilidad en un artículo. Ahora bien creo que cualquier persona que vea las modernas imágenes del Catastro ( a través de la Sede Electrónica del mismo por ejemplo); puede observar como por ejemplo alguna pequeña edificación que debería estar dentro de una finca están fuera y otras anomalías parecidas. Si se observa esto o bien los deslindes en los planos del Catastro están mal trazados (puede ser) o bien la finca está mal delimitada sobre el terreno.

Aunque yo no soy abogado tengo entendido que de entrada los datos del Catastro se supone que son los ciertos,…así pues si se ven anomalías mejor tratar de solventarlas. Es a los propietarios a quienes corresponde demostrar que el Catastro tiene errores. También tengo que decir que estoy escribiendo un poco de memoria y sin revisar una vez más, mis abundantes apuntes y trabajos que tengo sobre este tema. Creo que no hace falta porque son tantas las veces y a lo largo de tantos años que he estudiado estos asuntos, que es muy difícil que “meta la pata” en algo pero,… Por otra parte en general creo que soy demasiado meticuloso al escribir y que reviso los datos de modo demasiado reiterado, aún teniendo la certeza de que los conozco. Esto también puede ser un problema.

Como conclusión yo digo y aconsejo a cada propietario de fincas que consulte los datos más modernos, es decir los disponibles en la Sede Electrónica del Catastro. Si ve algo anómalo (es fácil verlo) queda a criterio de cada uno hacer lo que proceda. En primer lugar averiguar la causa de la anomalía percibida.

Rogelio Meléndez Tercero

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