Hace muchos,…muchísimos años que he analizado en reiteradas ocasiones el famoso Catastro de Ensenada. El motivo es que tiene directa relación con muchas de mis aficiones, es decir la historia local, la topografía, la agrimensura y el progreso del conocimiento científico Al revisar mis recuerdos ( y mis escritos) observo que en general he sido muy crítico con ese viejo catastro. Lo he sido porque desde un punto de vista matemático y a la luz de los actuales conocimientos y del actual desarrollo técnico; ese viejo catastro es una autentica “chapuza”. Dicho esto añado que no hay que entender lo dicho como un reproche a quienes lo hicieron. En 1752 los conocimientos científicos, el desarrollo tecnológico y la cultura de los habitantes de los diversos y diminutos pueblos de España; eran muy inferiores a los de nuestros días. En aquellos años centrales del siglo XVIII, se hizo,…lo que se pudo que fue bastante.
Hace ya casi tres años publiqué justamente en “Bembibre Digital” un artículo, en el que puse de manifiesto el error en los datos de San Facundo reflejados en este catastro. Tal error consistió en que se escribió (y se dibujó) en el mismo el término de San Facundo como una circunferencia (o un círculo) casi perfecta y cuyo diámetro era de medio cuarto de legua, es decir un octavo de legua; añadiendo que la circunferencia era de dos cuartos de legua. Dos cuartos de legua son exactamente 0,5 leguas. Pero claro si multiplicamos 2 por el número Pi (3,1416) y lo dividimos por 16 (el radio sería de 1 partido por 16 leguas, porque el diámetro era medio cuarto de legua es decir un cuarto dividido entre dos, es decir un octavo de legua);…resulta que la circunferencia sería de 0,39 leguas.
Todo este razonamiento matemático es complejo, incluso para un estudiante de nuestros días. De hecho, yo me equivoqué, al escribir el artículo de “Bembibre Digital” y tuve que rectificar públicamente en alguna Red social. En cualquier caso y como hay que ser lo más justo que sea posible, también hay que señalar que pese a las imprecisiones, a las ambigüedades, a las inexactitudes del Catastro de Ensenada, hay veces en las que en alguna cuestión muy, muy puntual si puede aportar algo de luz. Este es justamente el caso de los términos , que en la época en la que se hizo ese catastro tenían los términos de los pueblos de San Andrés de las Puentes y San Facundo.
Si analizamos las Respuestas Generales del Catastro de Ensenada referentes a ambos y si hacemos un análisis pormenorizado de los mapas topográficos actuales y si además tenemos en cuenta los modos que en el siglo XVIII, tenían de estimar y/o medir las distancias; hay dos detalles que parecen bien evidentes. Uno es que el término de San Facundo habría de estar totalmente rodeado por el de San Andrés y debía tener una forma más o menos y aparentemente redondeada. Otro es que el “radio” de esa circunferencia debía ser como máximo de unos 300 metros en torno al núcleo habitado de San Facundo. Al hablar de las leguas los vecinos no especifican si se trata de leguas legales de Castilla o de otro tipo de leguas. Por otra parte y en la práctica la longitud de una legua se solía calcular siempre de modo aproximado, a partir del camino recorrido en una hora andando. En base a mis cálculos y experiencia estimo que una legua así definida son unos 5 km. Luego un cuarto de legua serían 1250 metros, medio cuarto de legua 625 metros y por tanto el radio (una legua dividido entre 16) serían unos 300 metros.
Lógicamente, es prácticamente imposible que el término de San Facundo fuese una circunferencia perfecta. Lo más probable es que a simple vista a sus vecinos les pareciese que tenía una forma redondeada. También parece lógico suponer que, (era lo habitual) el término se fijase sobre el terreno utilizando como referencias límites o accidentes naturales, como las cumbres de los montes que rodean al pueblo.
Si miramos un mapa topográfico actual, es evidente que no hay elementos de referencia que formen de modo nítido y claro un círculo de 300 metros en torno al pueblo; pero si hay varias cumbres que se sitúan a unos 300- 500 metros y que podrían ser la referencia que en el siglo XVIII se utilizaba para delimitar el término.
Sea como sea lo que si parece fuera de toda duda es que el término de San Facundo (ver croquis de 1752); era sensiblemente menor que el de San Andrés de las Puentes, que lo rodeaba por completo. Incluso yo aventuraría (siempre en base a este Catastro de Ensenada) que la superficie del término sería como máximo (radio de 500 m.) de 0,78 Km2 es decir 78 Has.
De todos modos no es fácil extrapolar situaciones del siglo XVIII a la actualidad. En aquella época la administración local no era la actual y por tanto habría que analizar el tema no sólo desde el punto de vista geométrico si no también del jurídico. ¿Hasta que punto las actuales juntas vecinales son las herederas de los antiguos concejos de los pueblos, por ejemplo?. No olvidemos que los actuales ayuntamientos surgieron sólo después del año 1812.
Por si fuese poco, hay que tener en cuenta que desde 1752 a nuestros días se han podido promulgar diversas leyes o decretos de la mas diversa índole que hayan modificados antiguas derechos y antiguos deslindes. Lo que cabe deducir de la situación reflejada en el Catastro de Ensenada, es simplemente un punto que se puede tener en cuenta en su caso, para delimitar los términos de ambos pueblos; ya que curiosamente en los mapas del IGN más antiguos que yo conozco y realizados por lo que yo se hace casi ya un siglo no están diferenciados.
Rogelio Meléndez Tercero