El sueño del alquimista ¿Se puede fabricar fácilmente oro y vivir eternamente?

Hace ya bastantes años (febrero de 1995) publiqué en el desaparecido semanario “Bierzo 7” en dos capítulos un artículo que lleva el mismo título que este y lógicamente trata del mismo tema. Han pasado los años y entiendo que el asunto aún pude dar mas de si y por ello lo abordaré en este artículo. Los alquimistas eran unos tipos de hace siglos (Edad Media sobre todo) que al parecer se afanaban en la búsqueda de la llamada “piedra filosofal”, una sustancia capaz de convertir en oro otros metales que como el plomo eran mucho mas baratos. El oro ha sido codiciado desde tiempos remotos y aún seguimos así. Basta ver como en épocas de crisis económicas este se revaloriza.

Lógicamente nadie fue capaz de descubrir ningún mágico ungüento con el que se pudiese convertir el plomo ( o el hierro o las piedras) en oro. Pero hace ya muchos años que cualquier estudiante de química sabe que el oro como cualquier otro elemento químico (cobre, plomo, hierro) está compuesto por protones, electrones y neutrones en cantidades bien concretas. Bastaría pues hacer un átomo cuyo número de electrones, protones y neutrones sea el del oro ¡¡ y listo¡¡ Asimismo se sabe que el núcleo de los átomos se puede romper y al contrario se pueden fundir dos núcleos de unos átomos. En definitiva que teóricamente se podría fabricar oro a partir de otros elementos mucho mas baratos como el hierro por ejemplo. Bastaría con fabricar un átomo que contenga en su núcleo 118 neutornes y 79 protones y en cuya envoltura externa y moviéndose en torno al núcleo una nube de 79 electrones distribuidos en una serie de capas concretas. En aquel artículo del año 1995 yo propuse que se podría “bombardear” átomos de plomo con neutrones y obtendríamos como resultado cierta cantidad de litio y de oro. Asimismo propuse fundir átomos de wolframio con átomos de carbono para obtener oro.

Ni que decir tiene que ignoro si será posible hacer esto, (mis conocimientos de química no dan para mucho) y además otra cuestión es claro está que se trate de una operación que al menos con la tecnología actual resulte viable. Si el coste de fabricar el oro supera el valor de lo obtenido, pues “apaga y vámonos”. Este tipo de actuaciones , tiene mucho que ver con la energía nuclear y por ello no resulta fácil para un particular cualquiera montar en su casa un laboratorio para fabricar oro.

Pero imaginemos que en un futuro mas o menos lejano las cosas cambien y que esté al alcance de cualquier persona tomar un trozo de metal muy barato y convertirlo en oro. ¿ Que ocurriría?. Pues sencillamente que el oro estaría al alcance de cualquiera y se convertiría por tanto en una baratija. Perdería todo su valor. En definitiva que el objetivo final (obtener riqueza) se alcanzaría , en sentido justamente contrario. Paradojas de las cosas.

ETERNA JUVENTUD

Pero los alquimistas no sólo pensaban en las riquezas también deseaban hallar una sustancia que permitiese a los humanos mantenerse siempre jóvenes.¡¡Que maravilla¡¡. Cumpliríamos 60, 70, 80, 90 años y mantendríamos el mismo vigor que a los 20. Esto lógicamente tampoco se ha logrado, aunque la medicina desde La Edad media a nuestros días ha progresado muchísimo como es bien conocido. De hecho hace ya muchos (1.994); que se publicó en la revista “Investigación y Ciencia” un artículo de Marvin Minsky en el que viene a decir que los humanos podríamos vivir mucho mas de lo que vivimos; aunque ese si a costa de convertirnos en mitad humanos mitad máquinas. De hecho ya lo estamos haciendo con la implantación de prótesis artificiales por ejemplo. Así pues,……

Si fuera posible mantenernos siempre jóvenes ¿ se podría esquivar así la muerte?. Pues lógicamente no lo se. Nadie lo sabe; pero si conozco algunas interesantes reflexiones que sobre este tema hizo ya hace muchos años I. Asimov en su libre, “Nueva guía de La Ciencia”.

Este conocidísimo (y ya fallecido) profesor, escritor y divulgador de la Ciencia, llegó a la conclusión de que. “tal vez la inmortalidad ofrezca peores perspectivas que la propia muerte”. Sorprendente conclusión ya que el anhelo de vivir eternamente se halla me parece en el subconsciente de todo ser humano y por eso se refleja en infinidad de religiones.

Asimov razona su aseveración indicando que dado que La Tierra tiene unas dimensiones concretas, no será posible que la Humanidad , crezca (como siempre la ha hecho); mas y mas. En consecuencia una sociedad en la que las personas viviesen eternamente no podría haber niños y según Asimov esto daría lugar a una sociedad “compuesta por los mismos cerebros, fraguando los mismos pensamientos, ateniéndose a los mismos hábitos sin variación alguna,….”. Una vida en estas condiciones según Asimov sería peor que la misma muerte.

No obstante y esto lo añado yo, si en un futuro mas o menos lejano los humanos consiguiésemos colonizar otras partes del Universo (que es infinito); no tendríamos que poner trabas a la natalidad; con lo cual el argumento de Asimov se desmorona. Así pues es una cuestión en discusión. Veremos que nos depara el futuro; aunque los que vivimos actualmente y mas si vamos ya entraditos en años, no debemos hacernos muchas ilusiones sobre una vida eterna, que en cualquier caso sólo merecería la pena ser vivida si es una vida llena de felicidad; como es la que se dice llevan quienes están en el Cielo.

Aquí está otro segundo “gato encerrado”, que no siempre se tiene en cuenta. “¡¡Larga vida al Rey¡¡” se decía antaño o también “Viva Vd. muchos años” y expresiones similares, como despedida de cortesía en las cartas. Sin embargo yo entiendo que habría que añadir o puntualizar que sea una vida larga y dichosa, pues de lo contrario,…..

En definitiva que hay mucha “tela que cortar” respecto a estas cuestiones. ¿Quién nos asegura que esa hipotética vida eterna, no se convirtiese en un eterno tormento?. La verdad es que con el rumbo que llevamos los humanos ambas posibilidades están al 50 por ciento. Así pues quizá lo mejor será conformarnos como estamos. Venimos a este mundo con el billete de vuelta ya abonado y tal vez esta sea una sabia decisión de la Naturaleza. Los alquimistas se afanaban pues en buscar unas metas que sólo aparentemente son interesantes. La imagen que acompaña este texto; es una cuadro de Pietro Falca Longhi, que representa a un alquimista. Está tomada de una página de la Red (arte y cultura en español).

Rogelio Meléndez Tercero

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