Un año más, y ya son cuarenta y cinco, la Peña de Montañeros Gistredo colocó el Belén en el pico más alto del Bierzo, el Catoute. En torno a doscientos montañeros cumplieron con la tradición y se dieron cita en la localidad de Colinas del Campo, para subir a esta emblemática cumbre, en un día espléndido, con sol y unos cincuenta centímetros de nieve en polvo. De regreso, tras superar los 13 kilómetros de recorrido que separan al pueblo de la cima, con un desnivel de 1.000 metros, esperaban unas reconfortantes sopas de ajo y el chorizo al vino para reponer fuerzas.
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