La residencia El Santo celebró este martes, día 19 de febrero, una fiesta muy especial. Fue en honor a una de sus internas, Rolindes Enríquez Marqués, que cumplió la edad de cien años. Estuvo acompañada por sus dos hijastras Elena y Pepi que organizaron una fiesta en la que hicieron partícipes al resto de residentes y al personal de la residencia donde vive desde hace dos años.
“Tener 50 años ya le parecía mucho”, le decía Elena a su madrastra para hacerle entender que había alcanzado la tan envidiable edad de cien años. Y para celebrarlo lo hicieron con un festín por todo lo alto, con una enorme tarta de cumpleaños, muchos pinchos para saciar el apetito y la representación del coro en que participan sus dos hijastras.
Rolindes nació el 19 de febrero de 1913 en Magaz de Abajo, donde vivió hasta que se casó y se desplazó a León con su marido y las dos hijas de aquel. No tuvo descendencia consanguínea, pero no le faltó la atención de Elena y Pepi, a quienes recuerda muy a menudo en la residencia. “Las llama a todas Pepi, que son las que la atienden, se hace daño y llama a Pepi”, recordaba Elena en la fiesta de centenario.
Los asistentes entonaron el cumpleaños feliz. Y también lo hizo Rolindes, que le encanta cantar y todavía hoy sigue haciéndolo siempre que tiene ocasión.
El centenario de Rolindes es el segundo de la residencia El Santo desde que Clece asumió la gestión del complejo.