La vega de Bembibre, a lo largo de la historia, ha recibido el reconocimiento de insignes viajeros como Gil y Carrasco o George Borrow, por su belleza. Pero también por sus tierras fértiles y la variedad de frutos y hortalizas que producen sus huertas.
“Su situación, la más hermosa, a través de una gran planicie entre mucha arboleda, prados amenos, huertas muy fructíferas que producen toda clase de fruto…”
José Álvarez y Marcial Pérez dan fe de ello, sujetando un calabacín de 32 kg y más de un metro de alto, que han cultivado en una finca de su propiedad.