La cuestionada Comunidad Autónoma

Acaban de celebrarse las elecciones autonómicas en Castilla y León. Los resultados de estos comicios han sido sorprendentes. El poder del bipartidismo tradicional ha sido cuestionado por los pequeños partidos. Los nuevos partidos estatales (Ciudadanos y Podemos-IU) pierden poder territorial por su dependencia foránea. Mientras la extrema derecha de Vox acapara el malestar social antiautonómico. Este partido cuestiona la propia existencia de las Comunidades autónomas, mientras apoya las provincias y sus diputaciones por su servilismo al Estado centralista.

Los nuevos partidos provinciales son fruto del malestar social y político generalizado. Soria ya y Por Ávila tienen representación política, manifestando sus críticas desde la periferia. Pero es que hay otras formaciones locales que esperan su oportunidad política futura, casos de Zamora decide, León ruge, Vía Burgos, Tú apoyas Béjar, etc. Sin duda, los éxitos de Soria y Ávila servirán de estímulo a los nuevos partidos localistas.

Además, están los partidos regionalistas tradicionales. Señalamos a Tierra comunera en Burgos, Upl, Prepal y Coalición por El Bierzo. Los partidos leonesistas cuestionan la configuración territorial y política de la Comunidad autónoma de Castilla y León. Tierra comunera pretende a una Castilla amplia, con Madrid y La Mancha. Partidos que buscan encauzar el descontento social con la reivindicación territorial.

Hay dos territorios periféricos singulares, se trata de Trebiño y El Bierzo. Recordemos la problemática segregacionista de dicho enclave territorial para integrarse en el País Vasco. Por su parte, El Bierzo aspira a reforzar su autonomía institucional a través de las políticas descentralizadoras que puedan ejecutarse desde la Junta de CyL y la Diputación de León.

De cara al futuro los pequeños partidos podrían crecer en futuras contiendas electorales. Todo dependerá de sus estrategias políticas, caso de las alianzas electorales. Soria Ya avisa de sus contactos con los de Teruel Existe y Cuenca para llegar al Parlamento español. Otro caso semejante puede ser el del leonesismo político que podría reforzar sus amistades regionalistas foráneas (asturianos, bercianos, etc) para alcanzar representación en Madrid. La Upl bien sabe de sus carencias electorales en El Bierzo que le obligarán a pactos coyunturales con los bercianistas.

Por todo lo visto, Castilla y León ofrece un claro cuestionamiento territorial y político, nunca antes visto. Todo parece indicar que se ha acabado la paciencia ciudadana con ciertas políticas territoriales aplicadas por el bipartidismo tradicional. Es la reacción de la periferia despoblada y subdesarrollada que se organiza políticamente para tener voz propia en lejanos foros donde se decide su existencia.

Javier Lago Mestre

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