Muchos de los seguidores de esta sección de Bembibre Digital, saben de mi interés gastronómico ya que, desde hace algún tiempo hablo en otros lugares de rectas gastronómicas que extraigo de alguna novela recientemente leída.
Los autores de estos libros, con frecuencia colocan a los protagonistas en situaciones en las que deben asistir a algún banquete o son invitados a una cena o acuden a un restaurante, sencillamente a comer, y este cronista, comprometido siempre con la cultura gastronómica toma nota de la receta y busca cómo debe prepararse.
Me he visto sorprendido -gratamente sorprendido- al leer la novela de Umberto Eco EL CEMENTERIO DE PRAGA en la que aparecen, con mucha frecuencia, no solo recetas culinarias sino también la forma de cocinarlas.
Umberto Eco es un ensayista italiano, profesor de Universidad que entró en el mundo de la literatura hace treinta años con una novela que fue llevada al cine, EL NOMBRE DE LA ROSA, a la que siguieron EL PENDULO DE FOUCAULT y BAUDOLINO, ninguna de las cuales ha sido mi novela preferida…
EL CEMENTERIO DE PRAGA comienza en mil ochocientos noventa y siete, en París, y allí se nos presenta a un hombre que escribe sentado a una mesa en una habitación abarrotada de muebles: es el capitán Simonetti, un italiano que se dedica al noble arte de crear documentos falsos y tal vez Eco hable de gastronomía en las páginas de su novela porque Simonetti es un glotón impenitente.
En la página veintinueve leo: debo de tener la memoria en la nariz porque tengo la impresión de que llevo siglos sin aspirar el perfume de ese menú -el menú lo cita en francés y traduzco: SOUFFLES AL ESTILO DE LA REINA, FILETES DE LENGUADO A LA VENECIANA, ESCALOPES DE RODABALLO GRATINADOS, CHULETAS DE CORDERO CON PURE y como entrante POLLO A LA PORTUGUESA, BERENJENAS A LA ESPAÑOLA, PATE CALIENTE DE CODORNIZ, BOGAVANTE A LA PARISINA, GANSO AL ESTILO DE RUAN.
De todas estas recetas, he seleccionado BERENJENAS A LA ESPAÑOLA que se preparan así: necesitamos cuatro berenjenas, un huevo, dos pimientos morrones rojos, cuatro tomates grandes, harina, aceite, sal, pimienta, nuez moscada y canela.
Cortamos las berenjenas a lo largo, en gruesas lonjas y las sumergimos en el huevo batido. Untamos ambas caras con pan rallado-. Las freímos y las escurrimos. Colocamos en la sartén los pimientos cortados muy finos y los tomates, picados en cuartos y los cocinamos hasta que se desprendan las pieles de los tomates. Los sacamos y agregamos agua y harina y mezclamos hasta formar una salsa espesa. Añadimos nuez moscada y canela. Colocamos, después, las berenjenas en la fuente con manteca y cubrimos con la salsa y cocinamos a fuego lento unos cuarenta minutos.