Las tormentas de la tarde del martes han provocado de nuevo daños en el Bierzo, pero no solo en los frutales y la agricultura, ya bastante mal parada después de las últimas heladas. El cementerio de Cacabelos y las calles de Corullón sufrieron de manera especial los rigores de este fenómeno meteorológico.
Poco después de las 7 de la tarde, un rayo cayó sobre el cementerio de Cacabelos, provocando un aparatoso incendio entre los cipreses del camposanto, que no tuvo consecuencias mayores gracias a la rápida intervención de los bomberos, favorecida también por la lluvia.
Una lluvia que, acompañada también de granizo, descargó con mucha intensidad sobre la localidad de Corullón, provocando una fuerte riada por sus empinadas calles. Las fotografías hablan por sí solas.