Quintana de Fuseros celebró un año más la tradicional procesión de los amortajados. Una tradición popular cuyo origen se pierde en la memoria del tiempo, y que los vecinos de la localidad viven con mucha emoción y sentimiento.
Considerada desde 2017 como de Interés Turístico Provincial, los amortajados acompañan a la Virgen del Rosario desde la iglesia hasta la ermita del Cristo de la Cabaña. Allí, con la mortaja puesta, le dan las gracias por seguir entre los vivos, en muchos casos después de superar un problema grave de salud. En definitiva se trata de la celebración de la vida.