Los fieles acompañaron la imagen de la Virgen de La Soledad entre cánticos religiosos, en el tradicional recorrido por la Calle Castilla desde el Santuario del Ecce Homo hasta la Iglesia de San Pedro. Al finalizar, el sacerdote encendió el Cirio Pascual que representa a Jesús, para transmitir posteriormente esa llama a todos los devotos.