Siempre es motivo de celebración cumplir cien años. Pero cuando se alcanza el centenario después de haber luchado contra el coronavirus y recién superada la enfermedad, los motivos para celebrar son todavía mayores. Pese a las distancias.
Joaquina Blanco, natural de Pobladura, es una de las internas de la residencia El Santo de Bembibre que contrajo el coronavirus tras el brote declarado el pasado mes de octubre, y que ya ha se ha declarado completamente erradicado. Paciente asintomática que supo del contagio por las pruebas PCR que realizaron en este centro sociosanitario de Bembibre.
Superado el coronavirus acaba de llegar una de las fechas más especiales: su centenario de vida. Eso sí, con notables diferencias: pudo celebrarlo con su familia cerca, pero a través de una ventana. Desde el cristal, que le permitía ver la alegría de los suyos en la calle, transmitiendo con su mirada todo lo que no pudieron contar con palabras y caricias. Hijos, nitos, biznietos y hasta tataranietos para acompañar a Joaquina en este día tan especial.
El personal de la residencia se encargó de celebrar el cumpleaños de Joaqiona con un ramo de flores y dos tartas.
