Luis Miguel Rodríguez Blanco y Nicanor García Ordiz, nos ofrecen en esta ocasión el retrato artístico y literario de la haltera berciana Lidia Valentín. Una de nuestras deportistas más destacadas, que con sus éxitos ha logrado poner a la halterofilia en el mapa del deporte español.
Lo atestiguan ocho medallas en los Campeonatos de Europa, las dos últimas de oro, un bronce en los campeonatos del mundo, y además medallista olímpica, con el sabor amargo que deja saberse vencedora sin haber podido subir al podio. Eso es lo que le ha pasado a Lidia Valentín, quien solo ha podido disfrutar de la medalla de bronce obtenida en Río de Janeiro en 2016, a pesar de ser virtualmente medalla de oro en Londres 2012 y plata en Pekín 2008, porque sus rivales compitieron de forma desleal, tal como ha sentenciado la Federación Internacional de Halterofilia al suspenderlas por dar positivo en los controles antidoping.
Solo falta que el COI ratifique esta decisión para que Lidia Valentín pueda recibir oficialmente lo que se le negó injustamente en el podio, y todos podamos celebrarlo con ella.
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