Con todos los honores, como se merecen las campeonas. Así es como recibió Bembibre al equipo femenino de baloncesto que en escasos cuatro años desde que ascendió a Liga Femenina 2 ha conseguido escalar un peldaño más, hasta la máxima categoría del baloncesto: la Liga Femenina. Una multitud en la plaza Mayor no dudó este martes para acompañar a las jugadoras que salieron al balcón del Ayuntamiento en un ambiente eufórico que contagiaron al público asistente.
El entrenador Chiqui Barros fue el primer protagonista que se asomó al balcón para expresar su gratitud con la ciudadanía. Posteriormente llegarían las jugadoras y hasta el propio secretario técnico, José Luis Velasco, entre cánticos, saltos y una buena dosis de alegría. De fondo un claro mensaje: que la afición siga creciendo porque a partir de este momento se pasa a una categoría superior en la cual el equipo va a necesitar más que nunca a su público en cada partido. “Estamos en este pueblo pequeño pero con una afición enorme”, expresó la jugadora Ire desde el balcón.
En la misma línea, también el propio alcalde, José Manuel Otero, animó a la ciudadanía a hacerse socia para acompañar a las jugadoras del Bembibre PDM.
La peña Torcida Borne no podía faltar en esta fiesta homenaje, como lo ha hecho incondicionalmente durante toda la temporada. También un momento para intentar captar algún socio más en esta peña para potenciar aún más la afición.
La Corporación municipal recibió y saludó a cada una de las jugadoras, entrenador y secretario técnico a las puertas del Ayuntamiento. En el despacho de alcaldía, Otero lanzó un mensaje de agradecimiento en nombre del pueblo de Bembibre por las hazañas conseguidas. Y desde el balcón también exaltó la buena marcha del deporte en general en Bembibre, aunque lamentando la mala fortuna del Atlético Bembibre en el último partido de liga.
Por delante queda una temporada de estreno en Liga Femenina, una campaña que comenzará en septiembre. Será el momento en que se pondrá a prueba a un equipo que ha sabido adaptarse a cada situación. Porque nadie podía imaginar en la década de los 90, cuando un grupo de jovencitas comenzó a sobresalir en el baloncesto, que algún día este club se convertiría en un equipo de élite que llegaría a militar en la división de honor del baloncesto femenino. Muchas de aquellas jóvenes, caras muy conocidas en Bembibre, también festejaron los logros del equipo.
