Ángela Merayo evocó el Bembibre del ayer con los recuerdos pasados en un pregón que marcó oficialmente el inicio de las fiestas del Cristo. Sobre todo con la intención principal de centrarse en las personas que han influido en su vida y en su familia, así como una serie de actividades de antes. Y todo ello con lo que representan las fiestas: “la convivencia y la alegría”.
En su discurso, la pregonera habló de la relación entre las personas, “empezando por nuestro núcleo familiar, los profesores, amigos o conocidos. Todos ellos nos dan unas pautas para ir formándonos en valores y llegar a ser nosotros mismos”.
Pero también todo cuanto fue pasado, porque “nosotros partimos con una base, no estamos empezando para formarnos, estamos en una edad más madura que las primeras personas que empezaron a poblar el mundo”.
“El Ayuntamiento de Bembibre ha hecho un programa de fiestas amplio y variado, para tratar de complacer a todas las personas. Yo os sugiero que aparte de divertiros con vuestras opciones festivas predilectas, tratéis de gozar con las que elevan vuestro espíritu, porque esas son las que producen la verdadera alegría”.
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