El consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Antonio Silván, aseguró el estado de “absoluta ineficiencia” de determinadas líneas ferroviarias que supondrán la puesta en marcha de medidas de ajuste. Sin embargo, aseguró que no se va a producir una supresión de la línea Ponferrada – León en sentido estricto, aunque aseguró que habrá modificaciones en los servicios y en los horarios.
En el mismo sentido en que se pronunció ayer la delegación de Renfe en Castilla y León, Galicia y Asturias, el consejero Antonio Silván dijo que se trata de un estudio que se encargó a la consultora Ineco pero que no significa que vaya a aplicarse en los términos propuestos en el informe. Pero el Gobierno sí que está trabajando en un plan de racionalización para reducir el déficit del servicio ferroviario.
Medidas que justifica el consejero con arreglo al escaso número que hacen uso de determinadas líneas: “¿están las arcas públicas, en definitiva nuestros impuestos, para pagar un billete de tren que cuesta 300 euros el coste de ese servicio cuando hay tan sólo un usuario que utilizar ese ferrocarril en una parada determinada?”, se preguntó Silván, que concluyó que esa es la “ineficiencia” que buscan corregir con estas medidas.
En este contexto, no hay todavía un planteamiento definido sobre la racionalización ferroviaria, pero todo apunta a que habrá menos servicios. De hecho, tal y como informó ayer Bembibre Digital existen diferentes propuestas, según la delegación de Renfe: “se va a analizar para ver qué se hace, puede suceder que las comunidades autónomas decidan financiar algún servicio en estas líneas o la línea completa, que se suprima algún tren o que se quite la media distancia y se ponga uno de larga, pero todavía no hay nada definitivo”.
