Al habla un inexperto en coches y todo lo que tiene que ver sobre lo que voy a hablar en este artículo.
Si sigue usted ahí, sin espantarse tras la primera frase, le diré que no se agobie si no tiene ni está a su alcance un coche eléctrico (a mí me pasa) porque la cosa que me pregunto es qué pasaría si todos los coches fueran eléctricos, y un experto me maquillaría el artículo, tal vez, pero creo que no hacen falta ni datos para darse cuenta de que tratamos de un imposible.
Y digo en España, eh, no hablemos del mundo. Digo sin falta de meter en consideración países en que desgraciadamente no llega la electricidad, en muchas zonas, ni para una nevera.
La Unión Europea ha puesto como fecha límite para la fabricación de coches de combustión el año 2034. Ahí al lado está, aunque igual suene a mucho. Así que me apuesto, diez a una, a que se van a tragar ese plazo.
No lo digo ni por el tema del litio, que se va viendo insuficiente para satisfacer la demanda, además de haber multiplicado su precio en poco tiempo. Seguramente eso solo sea un contratiempo más, y otros avances tecnológicos permitirán otras fuentes de alimentación para las baterías.
Lo digo porque no me salen las cuentas ya desde la base. Desde la casa.
Para cargar un coche eléctrico se recomienda una potencia de 7´4 kW, aunque con menos también se puede, aumentando el tiempo de carga (unas diez horas si se usa un cargador de 3´6 kW).
En un hogar normal se suele funcionar con 4´6 kW contratados, pero claro hablábamos de no menos que 3´6 kW solo para el coche. Y ojo: para un coche, que ya hay muchas viviendas en las que hay más de un coche.
Total, que tendríamos que contratar una potencia de unos 10 kW o más, para bien ser.
Vale, eso para un hogar con un solo coche, y ya con eso estaríamos más que duplicando la demanda eléctrica actual. Demanda con la que ya hay problemas puntualmente (en invierno con las calefacciones, en verano con los aires acondicionados, y en cualquier momento por problemas en alguna de las formas de producir la electricidad, como escasez de agua para las centrales hidroeléctricas).
Entonces, ya está. No van a poder ser todos los coches eléctricos. El coche será ecléctico, no eléctrico; es decir, que necesariamente tendrá que seguir habiendo coches que se muevan con distintas fuentes de energía. Seguramente por ahí andará el hidrógeno y probablemente algo nuevo saldrá, pero hay mucho coche para que dejen de usarse los combustibles fósiles en pocos años. Igual acaban encontrando alguna forma de que los coches de combustión contaminen menos, y entonces vuelva a ser considerado un buen sistema.
Por otra parte, no me tranquiliza mucho que el coche, que es prácticamente lo único que nos queda por funcionar sin dependencia eléctrica, sea todo eléctrico. No suena ni estratégico: todo a electricidad o se para el mundo. Mandará más una empresa eléctrica que los políticos que escojamos (antes de que se vayan a una empresa eléctrica).
Pero con esto no estoy diciendo que no esté bien el coche eléctrico, eh, que la tendencia desde luego debe ser hacia las energías lo más limpias posibles, pero ya veis por ejemplo lo que ha pasado con el carbón. Se llevaba décadas dando pasos para dejar de producirlo, y parecía un logro que se cerraran las minas finalmente en 2018, pero la realidad es caprichosa y resulta que ahora mismo es un error haber tenido tanta prisa por derribar las centrales térmicas.
Y lo digo desde mi convencimiento de que el ecologismo es el camino, pero antes de dar un paso hay que asegurar el anterior.
Me pregunto si habrá que reconciliarse con la energía nuclear, aunque el fantasma de la guerra despertado por el hijo de Putin ese (el hijo de Vladimir Spiridonovich Putin) la pone más en duda, ya que ¿Y si te atacan una central nuclear?
Permítanme un guiño político, y es que cuánto se quejaron algunos de que se fomentaran las renovables en España desde la izquierda, pero qué lástima que eso se parara y no tengamos muchas más. Y por cierto ¿Sabéis que por ejemplo los aerogeneradores podrían generar mucho más de lo que lo hacen…?
Nos están metiendo el coche híbrido o eléctrico de manera que uno parece un fracasado si no tiene uno, y hasta da miedo pensar que te van a prohibir circular con un coche de gasolina o gasoil por tu propia ciudad de aquí a unos años, pero por suerte o por desgracia tiene toda la pinta de que podemos estar tranquilos con el coche que nos podamos permitir.
Tomás Vega Moralejo
