Desde ya hace bastante tiempo no es raro pasear por las calles de Bembibre sin tener que esquivar con cierta frecuencia excrementos caninos. Tampoco es raro encontrarse perros de los considerados potencialmente peligrosos, que casi nunca llevan bozal, pero además en muchas ocasiones ni siquiera van sujetos por una correa.
Pero lo peor de todo es encontrarse en algunas ocasiones a estos animales corriendo libremente por el parque Gil y Carrasco, a pesar de la prohibición que figura a la entrada del parque. O haciendo sus necesidades en compañía de sus amos, en la zona de césped habilitada para que jueguen los niños en tanto no se construya el nuevo centro de salud.
Evidentemente la culpa no es de los animales, sino de sus dueños. Pero el ayuntamiento también tiene mucha responsabilidad en esto, porque es el encargado de corregir las conductas incívicas. Para eso tiene la posibilidad de poner sanciones a quienes no respeten las normas.
Pero cuando se junta la falta de vigilancia con la pasividad de la administración municipal y la falta de educación y respeto de algunos ciudadanos que poseen perros, con sus vecinos… el resultado es el descrito.
Me gustaría que el ayuntamiento sancionara a las personas que no recogen los excrementos de sus animales, que llevan sueltos y sin bozal a perros potencialmente peligrosos según lo establecido en la ley, y a quienes entran con estos perros al parque o a zonas de juego infantil. Gracias.
A. N. R.