La reforma de las pensiones enmudece a los creadores leoneses

La reforma de las pensiones realizada por el Ministerio de Trabajo y Seguridad social en 2013, mantiene que resulta incompatible la prestación por jubilación y el cobro de los derechos de autor –si estos superan el salario mínimo interprofesional anual de 9000 euros brutos-. No es de la misma opinión el Ministerio de Hacienda para quien a mayor productividad, mayor cantidad de ingresos por impuestos. No obstante, sí que ambos Ministerios han aunado esfuerzos –cruzando datos-, con la intención de detectar posibles casos de incompatibilidad.

 

Así las cosas, distintos creadores –entre los que se encuentran los escritores leoneses Antonio Gamoneda, Luis Mateo Díez, José María Merino o Antonio Colinas– se verán obligados a elegir entre cobrar su pensión de jubilación –tras permanecer cotizando toda una vida- o los derechos de autor procedentes de su obra. Ha sido el Premio Cervantes 2006 quien tras analizar la situación y conocer los casos de otros autores nacionales como Caballero Bonald, Javier Reverte o Eduardo Mendoza, no ha dudado en manifestar que “dejaré de escribir”.

 

El obligado cese de la creación artística –proceda de una u otra disciplina- en sus etapas de lúcida madurez, nos privará de la magia de futuras creaciones.

 

 

Nos quedaremos huérfanos de sus palabras, ciegos de sus universos, sordos de su música. En invierno -con los primeros copos blanqueando El reino de Celama– tomaremos de la estantería el Libro del frío, mientras Los silencios de fuego -desde La sima de la chimenea- nos gritan cómo Arden las pérdidas. Así podría comenzar esta Descripción de la mentira cualquiera de ellos. Porque Esta luz mortecina que acalla sus talentos, sólo permite dictar una Canción errónea o unas Canciones para una música silente. Pero será La simiente enterrada en cada página, en cada verso, quien nos descubra que sus Desiertos de la luz únicamente son Los males menores. Y el entregado lector, desde La soledad de los perdidos, entenderá que este Tiempo y abismo puede -aunque levemente- superarse releyendo las Fábulas del sentimiento o los Cuentos de los días raros. Lo demás serán Desaprendizajes generados por un Manual de infractores. Nada volverá a ser como El oro de los sueños o El río del Edén. Porque caminaremos Hacia el infinito naufragio, siguiendo sus Huellas y huérfanos, ciegos y sordos, Leyendo en las piedras el maridaje de sus obras.

 

Desaprendizajes, Manual de infractoresJosé Manuel Caballero Bonald

 

Canciones para una música silente, Desiertos de la luz, Tiempo y abismo, Los silencios de fuego, Huellas, La simiente enterrada, Hacia el infinito naufragio, Leyendo en las piedras Antonio Colinas

 

Libro del frío, Arden las pérdidas, Descripción de la mentira, Canción errónea, Esta luz Antonio Gamoneda

 

La soledad de los perdidos, El reino de Celama, Los males menores, Fábulas del sentimientoLuis Mateo Díez

 

El oro de los sueños, El río del Edén, Cuentos de los días raros, La simaJosé María Merino

 

 

Luis Alberto Rodríguez Arroyo

 

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